miércoles, 5 de febrero de 2014

Entre tiempos (Parte VI)

 En ese momento todo el tiempo que había pasado últimamente tan rápido se paro, fue como un pago por todo el tiempo perdido, no oía bien lo que me estaba diciendo, me quede completamente quieto, se me nublo la vista, sentía que tenia que decir algo, pero no sabia el que, todo paso muy despacio, pero cuando pude decir algo ya estaba solo.

Salí a despejarme, en mi mente solo se formaban ideas confusas, pensaba en ir a buscarla e intentar excusarme, pero ¿qué podría decir?, pase por delante de la iglesia y entre, ya que estaba allí ¿qué podría perder?, cuando entre vi a varias personas frente a una imagen de un Cristo apresado, entre ellos había una niña llorando, una mujer mayor arrodillada y un hombre cabizbajo con los ojos cerrados, me acerqué a hablar con la chica primero:

-¿Estas bien? -pregunte.
-Si- respondió mientras se secaba las lagrimas de la cara, tendría cerca de 16 o 17 años, bueno nunca se me dieron bien las edades...
-¿Por qué lloras?.
-Tengo a un familiar muy enfermo interno en un hospital y le hecho de menos, y rezo para que se recupere pronto....-y volvió a llorar.

Después me coloque al lado de la señora mayor que estaba murmurando unas palabras, solo podía oír fragmentos de oraciones, me senté un rato en un banco de a pensar, ya que el silencio que allí había me relajaba mucho, me puse a mirar a la imagen del Cristo, con su corona de espinas mientras le sangraba la cabeza, una gran expresión de pena y dolor, y las manos atadas, -el vino a salvarnos- pensé- y nosotros lo dejamos sufrir y lo exhibimos de esa manera, y ahora durante una vez al año la sacamos a pasear para recrear ese momento, cuando ves a la que disfruta con la semana santa, ves como se admira una imagen tan violenta, después ves a la gente hablar de violencia en televisión, en los cines, en los libros... dicen que los niños no deberían ver eso, pero sin embargo los llevan a ver el sufrimiento de una persona, la cual es torturada y obligada a llevar la cruz en la que seria luego crucificado.

En ese momento en hombre cabizbajo levanto la cabeza, y pude observarlo bien, era calvo, tenia la cara demacrada, una grandes ojeras y la unas agrietadas, y lo que mas me llamo la atención fue su rostro lacrimoso, parecía que fuese a quimioterapia, se coloco un sobrero y se fue.

Solo estuve un rato más allí, mientras salia, me cruce con un muchacho que estaba en la puerta, parecía llevar allí un buen rato, este entro y se acerco a la chica y se fueron juntos, cuando pasaron por mi lado, esta me miro y se despidió de mi con la mano, mientras se alejaban los escuche hablar y escuche el nombre de la muchacha, un nombre que nunca olvidare ya que más adelante me volvería a cruzar con el...


Azahara.

Continuara...