En
ese momento todo el tiempo que había pasado últimamente tan rápido
se paro, fue como un pago por todo el tiempo perdido, no oía bien lo
que me estaba diciendo, me quede completamente quieto, se me nublo la
vista, sentía que tenia que decir algo, pero no sabia el que, todo
paso muy despacio, pero cuando pude decir algo ya estaba solo.
Salí
a despejarme, en mi mente solo se formaban ideas confusas, pensaba en
ir a buscarla e intentar excusarme, pero ¿qué podría decir?, pase
por delante de la iglesia y entre, ya que estaba allí ¿qué podría
perder?, cuando entre vi a varias personas frente a una imagen de un
Cristo apresado, entre ellos había una niña llorando, una mujer
mayor arrodillada y un hombre cabizbajo con los ojos cerrados, me
acerqué a hablar con la chica primero:
-¿Estas
bien? -pregunte.
-Si-
respondió mientras se secaba las lagrimas de la cara, tendría cerca
de 16 o 17 años, bueno nunca se me dieron bien las edades...
-¿Por
qué lloras?.
-Tengo
a un familiar muy enfermo interno en un hospital y le hecho de menos,
y rezo para que se recupere pronto....-y volvió a llorar.
Después
me coloque al lado de la señora mayor que estaba murmurando unas
palabras, solo podía oír fragmentos de oraciones, me senté un rato
en un banco de a pensar, ya que el silencio que allí había me
relajaba mucho, me puse a mirar a la imagen del Cristo, con su corona
de espinas mientras le sangraba la cabeza, una gran expresión de
pena y dolor, y las manos atadas, -el vino a salvarnos- pensé- y
nosotros lo dejamos sufrir y lo exhibimos de esa manera, y ahora
durante una vez al año la sacamos a pasear para recrear ese momento,
cuando ves a la que disfruta con la semana santa, ves como se admira
una imagen tan violenta, después ves a la gente hablar de violencia
en televisión, en los cines, en los libros... dicen que los niños
no deberían ver eso, pero sin embargo los llevan a ver el
sufrimiento de una persona, la cual es torturada y obligada a llevar
la cruz en la que seria luego crucificado.
En
ese momento en hombre cabizbajo levanto la cabeza, y pude observarlo
bien, era calvo, tenia la cara demacrada, una grandes ojeras y la
unas agrietadas, y lo que mas me llamo la atención fue su rostro
lacrimoso, parecía que fuese a quimioterapia, se coloco un sobrero y
se fue.
Solo
estuve un rato más allí, mientras salia, me cruce con un muchacho
que estaba en la puerta, parecía llevar allí un buen rato, este
entro y se acerco a la chica y se fueron juntos, cuando pasaron por
mi lado, esta me miro y se despidió de mi con la mano, mientras se
alejaban los escuche hablar y escuche el nombre de la muchacha, un
nombre que nunca olvidare ya que más adelante me volvería a cruzar
con el...
Azahara.
Continuara...
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