Durante
esa noche me habló de los Dioses Antiguos y de sus seguidores, que
ahora eran mis perseguidores y mayor preocupación, llegando el
amanecer fui consciente de que rápido paso el tiempo esa noche, y de
que en casa posiblemente ella me habría estado esperando… pero era
raro el móvil no había sonado en toda la noche, y cuando lo mire,
mis sospechas se hicieron realidad estaba apagado otra vez, “¿se
habrá estropeado?” pensé, en ese momento no era consciente de lo
que estaba ocurriendo… cuando encendí el móvil y pude ver todas
aquellas llamadas perdidas, corte a mi interlocutora y le dije que
debía irme, pero cuando fui a mirarla para decírselo había
desaparecido, tras intentar buscarla en vano me di por vencido y fui
corriendo a mi casa, donde sabia que me esperaban durante toda la
noche.
Cuando
llegue a mi casa no había nadie solo una nota en la entrada en la
que ponía:
“No
se si llegaras a leer esto o si ni siquiera te interesa, pero por si
acaso dejo esto, esta noche te estuve esperando despierta, pero no
apareciste, ni siquiera me respondías las llamadas al móvil,
supongo que tendrás una de esas excusas que siempre te acaban
salvando, pero por lo menos espero que la de hoy sea muy buena porque
ya empiezo a hartarme de todo esto, todas esas salidas nocturnas con
el móvil apagado, sin avisar ni nada… te daré una ultima
oportunidad de excusarte, si no me convences me habrás perdido para
siempre…”
Por
mi cabeza se pasaron mil cosas, entre ellas todos los momentos que
pasamos juntos, y pensar que no volvería a vivir todo aquello hacia
que se me revolviera el estomago, por un momento se me olvido todos
los problemas que tenia, haciendo una pequeñez todo lo anteriormente
vivido. Fui a la habitación para intentar aprovechar los escasos
minutos que tenia para coger ropa limpia y poder darme una ducha
antes de ir al trabajo.
Todo
aquel tiempo paso de manera muy rápida, solo me preocupaba no volver
a estar con ella, no concebía una vida sin ella, que podría
decirle, no se me ocurría nada, por un momento pensé en decirle la
verdad, la verdad...... ella no estaba preparada para oír la verdad,
no seria capaz de comprender la verdad, ni me creería me tomaría
por un loco, así pasaron las horas hasta que finalizo la jornada de
trabajo.
Cuando
llegue a casa estaba allí estaba ella, pero en su rostro solo había
una mezcla entre pena e ira, la salude pero no dijo nada, entonces el
silencio inundo la habitación, tras un rato ella dijo:
-¿No
piensas decir nada?...
Pero
no conseguía articular palabra estaba completamente en blanco, me
temblaban las piernas, tenia un nudo en la garganta solo, estaba
inmóvil...
-Sabes-
dijo con indignación- no te reconozco, te miro y no veo a la misma
persona de siempre, tienes ojeras, estas pálido, hoy.... -comenzó a
llorar- hoy... a venido una amiga tuya a visitarme....
Continuara...
Continuara...
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